"Los boinas nos acosan": vagoneros del metro
Los vendedores en los vagones del Metro en su mayoría son originarios del estado de México
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15 de marzo 2011 09:47
RODRIGO ALONSO
15 de marzo 2011
09:47
Toña tiene 38 años como vendedora ambulante y ha visto de todo en los vagones del metro, pero también ha padecido de abusos que los policías o "boinas", como ella les llama, le han propinado.
Ha sido detenida y llevada al Centro de Sanciones Administrativas conocido popularmente como "Torito", por vender productos pirata. Además ha sido acosada sexualmente por "los boinas" quienes le dicen “o te mochas o te llevo”, cuenta a El UNIVERSAL Edomex, luego de realizar un recorrido por la línea 2 del metro en la estación Cuatro Caminos.
Los vendedores, que en su mayoría son originarios del estado de México, toman un descanso en la estación Panteones; ahí se agrupan y conversan de su día, la mayoría son jóvenes, entre ellos destacan mujeres embarazadas y con bebés en brazos, así venden desde las 6 de la mañana hasta las 9 de la noche para sacar por mucho 50 o 80 pesos.
“Todos los días tenemos que cuidarnos de 'los boinas', nos quitan todo, a veces preferimos dejar la mercancía en los vagones, es mejor que se la queden los pasajeros a que nos la quiten los policías”.
La policías han detenido a los vendedores hasta 20 horas y los multan con 600 o mil 200 pesos, y “como no tenemos ese dinero, nos dejan encerrados”, cuentan varios vendedores, quienes también son conocidos como vagoneros.
Mientras Toña cuenta las peripecias que ha vivido en 3 décadas de vendedora ambulante, sus compañeros con desconfianza se acercan y forman parte de la entrevista.
'Las boinas' nos piden dinero
Un hombre, que dice tener 60 años de edad, delgado y con el cabello largo, señala que al menos tiene la mitad de su vida trabajando como vendedor en los vagones. Él se une a la entrevista y cuenta que además de sortear a la policía del metro, “debemos cuidarnos de la policía que baja de las calles, ellos nos extorsionan también, a veces vienen vestidos de civil y nos piden mochada, si no, nos llevan al Torito”.
Lo peor, cuenta, “es cuando nos detienen dentro de los vagones y nos acusan de ladrones, y cuando estamos afuera de los vagones nos acusan tanto a mujeres como a hombres de prostitución”. Aclaran que "no todos los policías o 'boinas' nos tratan así, pero en general nos va mal cuando nos agarran".
Productos
Películas actuales, antiguas, libros descatalogados que vuelven a poner en funcionamiento, dulces, maquillaje, bolígrafos. Cualquier cosa se puede vender, “vendemos de acuerdo a lo que está de temporada, si es diciembre vendemos pomada para labios”, cuanta Toña.
Hace 15 o 20 años lo que vendíamos eran dulces, “la vida nos ha obligado a vender más cosas, productos piratas, no tenemos otra cosas que hacer, si no vendes esto, no tienes para comer y la mayoría tenemos familia y hay que llevar de comer a la casa, no queremos andar cartereando a la gente, eso no se hace”, dice Toña y al mismo tiempo asiente el vendedor de 60 años quien pide omitir su nombre.
Esto es una profesión
Toña y el hombre anciano, dicen desconocer si es ilegal la manera como les tratan los policías, lo que sí se muy bien, dice Toña, es que de acuerdo al artículo 5 de la Constitución de México, “nosotros podemos dedicarnos a cualquier profesión, y ésta es una profesión o empleo”.
Los jóvenes vendedores se rehúsan a dar entrevistas, sueltan unas palabras tras preguntarles sobre sus experiencias y se sientan en un descanso de la estación Panteones. “Ya ni queremos decir nada a los medios porque a veces nos va peor, ya vinieron unos de la televisión y por decir algo que vendíamos como pomadas para la boca nos vinieron a ver los 'boinas'”.
Toña se despide de sus compañeros vendedores y dice antes de subirse a vender al vagón: “la gente no sabe, sufrimos de muchas cosas, invito a la gente a que vengan a ver un día de nuestras vidas, tenemos que hacer esto, porque el gobierno no da trabajo, preferimos esto a robar”.
Datos a considerar
De acuerdo al censo que realizaron autoridades del Metro para el programa de reordenamiento de los vagoneros revela que son 2 mil 868 las personas que se dedican a esta actividad.
Ha sido detenida y llevada al Centro de Sanciones Administrativas conocido popularmente como "Torito", por vender productos pirata. Además ha sido acosada sexualmente por "los boinas" quienes le dicen “o te mochas o te llevo”, cuenta a El UNIVERSAL Edomex, luego de realizar un recorrido por la línea 2 del metro en la estación Cuatro Caminos.
Los vendedores, que en su mayoría son originarios del estado de México, toman un descanso en la estación Panteones; ahí se agrupan y conversan de su día, la mayoría son jóvenes, entre ellos destacan mujeres embarazadas y con bebés en brazos, así venden desde las 6 de la mañana hasta las 9 de la noche para sacar por mucho 50 o 80 pesos.
“Todos los días tenemos que cuidarnos de 'los boinas', nos quitan todo, a veces preferimos dejar la mercancía en los vagones, es mejor que se la queden los pasajeros a que nos la quiten los policías”.
La policías han detenido a los vendedores hasta 20 horas y los multan con 600 o mil 200 pesos, y “como no tenemos ese dinero, nos dejan encerrados”, cuentan varios vendedores, quienes también son conocidos como vagoneros.
Mientras Toña cuenta las peripecias que ha vivido en 3 décadas de vendedora ambulante, sus compañeros con desconfianza se acercan y forman parte de la entrevista.
'Las boinas' nos piden dinero
Un hombre, que dice tener 60 años de edad, delgado y con el cabello largo, señala que al menos tiene la mitad de su vida trabajando como vendedor en los vagones. Él se une a la entrevista y cuenta que además de sortear a la policía del metro, “debemos cuidarnos de la policía que baja de las calles, ellos nos extorsionan también, a veces vienen vestidos de civil y nos piden mochada, si no, nos llevan al Torito”.
Lo peor, cuenta, “es cuando nos detienen dentro de los vagones y nos acusan de ladrones, y cuando estamos afuera de los vagones nos acusan tanto a mujeres como a hombres de prostitución”. Aclaran que "no todos los policías o 'boinas' nos tratan así, pero en general nos va mal cuando nos agarran".
Productos
Películas actuales, antiguas, libros descatalogados que vuelven a poner en funcionamiento, dulces, maquillaje, bolígrafos. Cualquier cosa se puede vender, “vendemos de acuerdo a lo que está de temporada, si es diciembre vendemos pomada para labios”, cuanta Toña.
Hace 15 o 20 años lo que vendíamos eran dulces, “la vida nos ha obligado a vender más cosas, productos piratas, no tenemos otra cosas que hacer, si no vendes esto, no tienes para comer y la mayoría tenemos familia y hay que llevar de comer a la casa, no queremos andar cartereando a la gente, eso no se hace”, dice Toña y al mismo tiempo asiente el vendedor de 60 años quien pide omitir su nombre.
Esto es una profesión
Toña y el hombre anciano, dicen desconocer si es ilegal la manera como les tratan los policías, lo que sí se muy bien, dice Toña, es que de acuerdo al artículo 5 de la Constitución de México, “nosotros podemos dedicarnos a cualquier profesión, y ésta es una profesión o empleo”.
Los jóvenes vendedores se rehúsan a dar entrevistas, sueltan unas palabras tras preguntarles sobre sus experiencias y se sientan en un descanso de la estación Panteones. “Ya ni queremos decir nada a los medios porque a veces nos va peor, ya vinieron unos de la televisión y por decir algo que vendíamos como pomadas para la boca nos vinieron a ver los 'boinas'”.
Toña se despide de sus compañeros vendedores y dice antes de subirse a vender al vagón: “la gente no sabe, sufrimos de muchas cosas, invito a la gente a que vengan a ver un día de nuestras vidas, tenemos que hacer esto, porque el gobierno no da trabajo, preferimos esto a robar”.
Datos a considerar
De acuerdo al censo que realizaron autoridades del Metro para el programa de reordenamiento de los vagoneros revela que son 2 mil 868 las personas que se dedican a esta actividad.
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