Un grupo de familias consigue mover estación del Metro
Por medio de solicitudes de información, vecinos de una colonia de esta ciudad lograron que sus casas no fueran destruidas
Gabriela RiveraCIUDAD DE MÉXICO, 14 de diciembre.- Vecinos de un pedazo de tierra de esta ciudad que estaba marcado para ser una estación de la Línea 12 del Metro lograron frenar su construcción.
Alina Vázquez, presidenta de la asociación civil Todas las Voces, explica que todo comenzó en octubre de 2008, cuando los propietarios de los predios, que están sobre avenida Tláhuac, fueron llamados por separado para platicar con personal de la Secretaría de Obras del DF, en sus oficinas de avenida Universidad.
Los vecinos decidieron ir juntos a la reunión, donde se les informó que les iban a comprar los terrenos para construir la estación Zapotitlán.
"Allí los vecinos contestaron que ellos no estaban interesados en vender, pero les dijeron que esto era una obra pública de gran envergadura que se tenía que hacer y que el proceso iba a continuar", comenta la presidenta.
Vázquez dice que los propietarios de estas tierras acordaron no vender. Entre sus razones, explica, es que generaciones enteras han vivido ahí. Asegura que el dinero no era factor de negociación.
Más de 30 familias comenzaron a organizarse y ver por qué canales legales podían evitar alguna expropiación, en caso de que las negativas fueran ignoradas por el gobierno local.
Comenzaron a organizar marchas y bloqueos a las obras, un recurso que veían que todo el mundo realizaba en esta ciudad para mostrar su malestar. Pero además de eso, les recomendaron estudiar el proyecto de la llamada Línea Dorada.
Ingresaron solicitudes de información, por medio del Instituto de Acceso a la Información Pública del DF (InfoDF), dirigidas a la Secretaría de Obras y el Metro.
Una y otra vez los ignoraron. No les dieron respuesta.
Fueron más de 600 solicitudes de alguna u otra manera pedían transparentar y justificar el proyecto y la destrucción de su patrimonio. A cuentagotas comenzaron a obtener información. Una de las respuestas indicaba que los 10 predios que les dijeron les comprarían no estaban considerados.
Vázquez dice que con estos documentos pueden probar, o tienen la certeza jurídica, que sus predios no estaban considerados en el proyecto original, por lo que pueden defender su patrimonio con ellos.
"Se logró tener un descanso, porque las familias no dormían y con esto nos dicen que ya no están afectados", explicó Alina.
Poco después se enteraron de que el gobierno había cambiado la ubicación de la estación Zapotitlán metros más adelante, en dos predios que pudieron comprar y otro más que expropiaron.
"A través del ejercicio de la transparencia obtuvimos un documento oficial que da certeza jurídica de que los planes de la obra no iban a afectar esos predios", asegura en entrevista Alina Vázquez.
A la par de los predios, los habitantes y la asociación lograron otros beneficios con las 600 solicitudes que han ingresado desde hace dos años: un estudio del suelo de la zona más riguroso, el apoyo a mil 926 comerciantes de la zona afectados por las obras, la reconstrucción de la secundaria 126 y la entrega de censos notariales a 40 casas dañadas.
Avanza la Línea Dorada
La línea 12 del metro, que va desde Tláhuac hasta Mixcoac, inició su construcción en julio de 2008, tiene una longitud de 25.1 kilómetros. Beneficiará a 475 mil usuarios, reducirá el viaje de oriente a poniente del DF a 35 minutos y costará 22 mil millones de pesos aproximadamente. Además, los costos de ese recorrido se reducirán de 15 a seis pesos diarios.
De la estación Tláhuac a Tlaltenco corre al nivel de la calle, para posteriormente elevarse en el puente hasta Barrio Tula. De ese punto a Atlalico la construcción es un cajón subterráneo con 18 metros de profundidad. El último tramo, que corre de Atlalico hasta Mixcoac, es un túnel 20 metros bajo tierra.
Originalmente, la línea contaba con 23 estaciones, pero cuatro fueron canceladas: la oposición vecinal logró quitar la estación de Sur 69, mientras que Vía Láctea y Ganaderos fueron suspendidas por recomendación del Instituto Nacional de Antropología e Historia. Axomulco también se canceló por lo complejo de su construcción para la correspondencia con la línea 8.
Alina Vázquez, presidenta de la asociación civil Todas las Voces, explica que todo comenzó en octubre de 2008, cuando los propietarios de los predios, que están sobre avenida Tláhuac, fueron llamados por separado para platicar con personal de la Secretaría de Obras del DF, en sus oficinas de avenida Universidad.
Los vecinos decidieron ir juntos a la reunión, donde se les informó que les iban a comprar los terrenos para construir la estación Zapotitlán.
"Allí los vecinos contestaron que ellos no estaban interesados en vender, pero les dijeron que esto era una obra pública de gran envergadura que se tenía que hacer y que el proceso iba a continuar", comenta la presidenta.
Vázquez dice que los propietarios de estas tierras acordaron no vender. Entre sus razones, explica, es que generaciones enteras han vivido ahí. Asegura que el dinero no era factor de negociación.
Más de 30 familias comenzaron a organizarse y ver por qué canales legales podían evitar alguna expropiación, en caso de que las negativas fueran ignoradas por el gobierno local.
Comenzaron a organizar marchas y bloqueos a las obras, un recurso que veían que todo el mundo realizaba en esta ciudad para mostrar su malestar. Pero además de eso, les recomendaron estudiar el proyecto de la llamada Línea Dorada.
Ingresaron solicitudes de información, por medio del Instituto de Acceso a la Información Pública del DF (InfoDF), dirigidas a la Secretaría de Obras y el Metro.
Una y otra vez los ignoraron. No les dieron respuesta.
Fueron más de 600 solicitudes de alguna u otra manera pedían transparentar y justificar el proyecto y la destrucción de su patrimonio. A cuentagotas comenzaron a obtener información. Una de las respuestas indicaba que los 10 predios que les dijeron les comprarían no estaban considerados.
Vázquez dice que con estos documentos pueden probar, o tienen la certeza jurídica, que sus predios no estaban considerados en el proyecto original, por lo que pueden defender su patrimonio con ellos.
"Se logró tener un descanso, porque las familias no dormían y con esto nos dicen que ya no están afectados", explicó Alina.
Poco después se enteraron de que el gobierno había cambiado la ubicación de la estación Zapotitlán metros más adelante, en dos predios que pudieron comprar y otro más que expropiaron.
"A través del ejercicio de la transparencia obtuvimos un documento oficial que da certeza jurídica de que los planes de la obra no iban a afectar esos predios", asegura en entrevista Alina Vázquez.
A la par de los predios, los habitantes y la asociación lograron otros beneficios con las 600 solicitudes que han ingresado desde hace dos años: un estudio del suelo de la zona más riguroso, el apoyo a mil 926 comerciantes de la zona afectados por las obras, la reconstrucción de la secundaria 126 y la entrega de censos notariales a 40 casas dañadas.
Avanza la Línea Dorada
La línea 12 del metro, que va desde Tláhuac hasta Mixcoac, inició su construcción en julio de 2008, tiene una longitud de 25.1 kilómetros. Beneficiará a 475 mil usuarios, reducirá el viaje de oriente a poniente del DF a 35 minutos y costará 22 mil millones de pesos aproximadamente. Además, los costos de ese recorrido se reducirán de 15 a seis pesos diarios.
De la estación Tláhuac a Tlaltenco corre al nivel de la calle, para posteriormente elevarse en el puente hasta Barrio Tula. De ese punto a Atlalico la construcción es un cajón subterráneo con 18 metros de profundidad. El último tramo, que corre de Atlalico hasta Mixcoac, es un túnel 20 metros bajo tierra.
Originalmente, la línea contaba con 23 estaciones, pero cuatro fueron canceladas: la oposición vecinal logró quitar la estación de Sur 69, mientras que Vía Láctea y Ganaderos fueron suspendidas por recomendación del Instituto Nacional de Antropología e Historia. Axomulco también se canceló por lo complejo de su construcción para la correspondencia con la línea 8.
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