jueves, 3 de febrero de 2011

MILENIO DIARIO

¿Y los beneficios del incremento, pa´cuándo?

Con todo respeto

Horacio Castellanos Herrera

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  • 2011-02-03•Acentos
Recién se cumplió un año del incremento del 50% al costo del boleto del metro del Sistema Colectivo Metro, de la Ciudad de México. Sin embargo, hasta ahora no se han visto las mejoras ofrecidas tras el polémico y maniqueo incremento que las autoridades capitalinas hicieron ver, en su momento, como una alza necesaria basada en una dizque demanda social.
Fue durante la pasada temporada decembrina, cuando las autoridades capitalinas aprovecharon la bonita época para gestionar y concretar algunos de sus pendientes en materia de finanzas y economía. Así pues, dado el bonito ambiente de cuatitud y hermandad que inspiran las navidades, en aquel entonces Marcelo Ebrard envió al congreso local varias de sus propuestas que curiosamente sólo plantearon incrementos a servicios en la ciudad de México: al metro, al agua, tenencia, actas de nacimiento, de matrimonio, de divorcio, de cambio de género… entre otras.
Una de las iniciativas más atrevidas fue incrementar el costo del boleto del metro en 50%, lo que representaría el aumento más importante para el bolsillo de los capitalinos, aunque ello, argumentaron entonces, sólo representa un peso más a la tarifa, mismo que según analistas, generaría mas de mil quinientos pesos por persona anualmente, lo que contrastado con el incremento de 2.6 pesos al salario mínimo vigente diario, que se traduce en 700 pesos anuales, tal incremento resultaría en un atentado económico… y sin considerar que el aumento al salario sólo incluye a quienes aun tienen empleo y, en su caso, un empleo asalariado, claro.
Curiosamente, a pesar de que los legisladores de todos los partidos recibieron y turnaron el tramite a la Comisión correspondiente, se supo que el incremento al boleto del metro no sólo ya estaba autorizado en corto entre el perredismo citadino, sino que además, los legisladores de todos los partidos ya sabían del incremento pues ya estaba hasta documentado para el presupuesto 2010.
Para lo anterior, el grupo perredista en la asamblea organizó a su modo, es decir, chafamente, una encuesta entre 6 mil usuarios del metro. Dichas preguntas fueron mediante preguntas con respuestas de opción múltiple. Y en el tema de la tarifa, su planteamiento fue: cuanto debiera costar el servicio: a) 3 pesos, b) 3.50 Pesos, c) 4 pesos, d) 4.50 Pesos e) más de 4.50; sin embargo, según expertos en este tipo de consultas, la pregunta adecuada debió haber sido: estaría usted de acuerdo en incrementar el costo del boleto del metro de 2 pesos a 3 pesos, con lo que se habría obtenido una respuesta fehaciente sobre el propósito de la encuesta… claro, si en verdad hubieran deseado sensibilizarse y conocer la opinión de la gente al respecto.
Por cierto que, hasta el día de hoy, 3 de febrero del 2011, el dicho de las autoridades capitalinas y del STC Metro en el sentido de que el valor real del servicio es superior a los 9 pesos por viaje, quizá sea una realidad, pero de ahí a que el GDF sea el subsidiario hay una enorme diferencia, pues tal cantidad es absorbida por el erario del país.
Entre tanto, las múltiples ofertas de mejoría en materia de limpieza, seguridad y eficiencia del servicio del metro al usuario, han brillado por su ausencia, pues a decir de la gente, al día de hoy los andenes del metro siguen sucios, la saturación del número de usuarios en horas pico prevalece; y es que, aunque en un par de días que hizo calor de modo importante, en el DF, fueron instalados ventiladores y botellones de agua en algunas estaciones, ni eso ni el equipo de detectores de metales que le han dado a los policías del STC, aclaran donde están, a seis meses de la medida, la mitad del beneficio económico programado para estas fechas, y ello sin considerar el lento avance en las obras de revelación de sus vías, también prometidas, también pendientes.
Y ello, sin mencionar que hace unos días, presuntos militares agredieron a policías del metro con armas de fuego, en la zona terminal de Cuatro Caminos, obligándonos a preguntarnos qué pasó ahí y, sobre todo, qué fue de los arcos detectores de metal, entre otras cosas que a un año de recibir millones de pesos, resultados del incremento, sus usuarios no ven el beneficio de haber apechugado una vez mas a cambio de nada, y eso que para quienes se trasladan desde Hidalgo y, especialmente, desde el Estado de México, a la Ciudad de México, aún tienen que padecer una serie de pifias del transporte e inseguridades propias de su periplo que, al día de hoy, nadie vela por ellos.
con.todo.respeto@live.com

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